Las repercusiones de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki a 66 años de su lanzamiento
Tarea:
Imaginándose que son tres periodistas deben elaborar un archivo de audio o una filmación de un noticiero, donde uno de los integrantes sea el periodista y moderador de la discusión entre dos invitados. Uno de ellos debe justificar el lanzamiento de las bombas atómicas a Hiroshima y Nagasaki en el último tramo de la Segunda Guerra Mundial, el otro debe mostrarse crítico a esa postura. Para ello te recomendamos abrir el noticiero informando brevemente en qué consistió el lanzamiento y luego que los invitados debatan o discutan sobre las posturas en torno al mismo y en clave de derechos humanos desde una mirada actual.
A su vez deberán reflexionar sobre el inicio de la era nuclear que marcan estos acontecimientos y lo que significan para la humanidad. Incluso pueden vincularlo con el accidente nuclear ocurrido en marzo del 2011 en la Planta nuclear Fkushima Daiichi.
Proceso:
Primeramente deberán consultar la información que figura en la sección recursos.
Luego deberán elaborar un guión o texto donde se visualicen las dos posturas y se establezca el debate entre ellas (debe tenerse en cuenta que no se trata de exponer primero una postura y después la otra, sino que debe figurar un diálogo o discusión entre ellas). Por último deberán elaborar el archivo de audio o la filmación que no exceda los 8 minutos.
Recursos:
TESTIMONIOS:
“Una niña en Hiroshima.”
“Sadako Sasaki fue el nombre de una niña japonesa que falleció el 25 de Octubre de 1955. En 1945 cayó la bomba atómica sobre Hiroshima. Sadako había cumplido dos años y no experimentó lesiones visibles. Diez años después era una buena alumna, alegre, que participaba en competencias con otros niños de su edad. Un día sintió un cansancio mayor y algunos mareos. Sometida a un examen, se descubrió que padecía leucemia. Sadako no quería morir de aquella enfermedad que todos llamaban “la enfermedad de la bomba atómica”. La visitó en el hospital una compañera de estudios. Ella le contó que plegando en papel mil grullas, ave sagrada en todo el Oriente y a la que se atribuye una prolongada longevidad, podía salvar su vida. Sadako plegó las mil grullas y aún prosiguió su tarea. Aumentaba el número de grullas, pero aumentaba su debilidad a la que, por ratos cada vez más espaciados, lograba vencer con su tenacidad y deseos de vivir. No fue posible. Sus treinta y nueve compañeros de clase acordaron formar un club e iniciaron una colecta para erigirle un monumento, lo que lograron mediante el concurso de tres mil escuelas de Japón y de otros nueve países. El monumento se inauguró el 9 de Mayo de 1958. Se llama “El monumento de los niños a la paz” y se encuentra en el centro de la ciudad de Hiroshima, en el Parque de la Paz. Tiene escritas estas palabras: - Este es nuestro grito – Esta es nuestra plegaria – Construir la paz en este mundo –.”
Extraído de Antonio Fernández. “Historia del Mundo Contemporáneo”. Editorial Vicens Vives
CARTA DESDE NAGASAKI (Fragmento)
Nagasaki, 1952
Inmediatamente después de la explosión de la bomba, los que aún podían moverse formaron dos grupos: el de los que se quedaron allí, donde les había sorprendido el bombardeo y el de los que emprendieron la huida.
Quienes se quedaron, bien fuera para acudir en socorro de los amigos heridos, o para tratar de salvar su piso, su oficina, su fábrica, se vieron rápidamente rodeados por las llamas y murieron junto con aquellos a quienes querían salvar.
Al aproximarse las llamas, nosotros nos refugiamos en la colina que se eleva cera de nuestro hospital, y así fue como por milagro mis vecinos y yo pudimos escapar de la muerte.
Acá y allá encontrábamos estudiantes y enfermeras caídas. Los recogíamos y los trasladábamos un poco más arriba, donde el fuego ya no podía alcanzarlos.
Yo estaba herido y perdía mucha sangre. Durante unos instantes perdí el conocimiento. Cuando volví en mi me vi tirado bajo el torbellino de la nube atómica (...)
Al día siguiente desde la colina situada detrás de la clínica pude ver las ruinas de mi casa, solo quedaba un montón de cenizas blancas.
Mi querida facultad desapareció en medio de las llamas, mi mujer no era más que un montoncito de huesos carbonizados que fui recogiendo uno a uno frente a las ruinas de la casa.
En lo que a mi respecta, a la larga enfermedad que me produjeron mis investigaciones sobre los rayos X se ha añadido ahora la enfermedad atómica en su forma más aguda, lo que unido a mi herida en el costado derecho me ha reducido al estado de inválido.
Los que habíamos sufrido directamente el bombardeo no teníamos la más ligera idea de lo que podía ser la bomba atómica. Tampoco yo había pensado un solo instante que esa bomba representara algo tan insólito y terrible.
Para mi se trataba de una superbomba o algo por el estilo, sólo cuando la claridad fue suficiente para poder ver algo, me dije mientras miraba en torno mío "Es el fin del mundo".
El mundo entero gritó "La bomba atómica no puede utilizarse nunca más". Y sin embargo me entero de que a la bomba no se la considera tan terrible ni tan inutilizable. "A una ciudad no se la destruye nunca completamente....Siempre hay supervivientes. Con el tiempo la radioactividad desaparece. Se trata solo de un arma nueva más eficaz que las utilizadas hasta ahora". ¡Más eficaz!...¿Qué saben quienes así hablan?
Correo de la Unesco